Comunicado

Alguien ha hackeado la página de Facebook de Javalimur. Notificaré cuando el problema esté solucionado. Por suerte, este blog sigue con toda normalidad. 

Gracias y saludos.

Don Diego González Pérez y la Inmaculada Concepción

"Nadie es profeta en su tierra" y esto lo confirma el Evangelio. Por eso, muchos no recordarán quién era o qué hizo alguno de nuestros paisanos fallecidos. En este caso, recordamos al buen sacerdote javalinero don Diego González Pérez, primo del Venerable Siervo de Dios Diego Hernández González. Nació el 14 mayo de 1934 en la calle Concepción de Javalí Nuevo, conocida antaño como "el callejón sin salida". Fue ordenado sacerdote en 1959. Ejerció su ministerio en numerosos pueblos: Mazarrón, Coy, El Palmar, Orilla del Azarbe, Cobatillas, Javalí Viejo y Murcia. 

En este mes se cumple un año de su fallecimiento que sucedió el 31 de diciembre de 2021. Sin embargo, no hay mejor día para recordarlo que hoy: Solemnidad de la Inmaculada Concepción, de la que fue fiel devoto durante toda su vida. En sus últimos años como colaborador en la Parroquia de San Bartolomé de Murcia, celebró siempre un novenario a la Purísima. 

Siguiendo los datos que nos aporta D. Emilio Sánchez Baeza en Siglo de Oro de la Parroquia de la Purísima (Javalí Viejo), en Javalí Viejo restauró el novenario solemne a la Inmaculada, que antes se limitaba a un triduo y escribió el Himno a la Purísima. Se dedicó con esmero a engrandecer las fiestas a la Inmaculada en el vecino pueblo de Javalí Viejo, parroquia en la que estuvo muchos años.

En este pueblo, predicó el Novenario y la Fiesta de la Purísima en 1979, fecha que recordaba con mucho cariño porque, además, aquel año su sobrina Consuelo formó parte de la directiva. Su hermana Pura también presidiría la hermandad durante muchos años. Don Diego encargó la Imagen procesional de la Patrona, sufragó la restauración de la Titular de Bernabé Gil, así como pagó los gastos de la capilla de la Purísima de su pueblo. Hoy disfrutará de la Fiesta de la Inmaculada desde el Cielo.

Concluyo este artículo citando uno de los poemas de D. Diego González, recogido en su libro Devociones populares en la Santa Iglesia de Cristo pueblo amado de Dios:

PURÍSIMA,

Madre buena del cielo,

estrella del consuelo,

que haces felicísima

el alma que das a tus resplandores.

Amor de mis amores

y sueño de los sueños que gozan en soñarte.

Flor reina de las flores,

sin espinas y abrojos

para los que desean aspirarte.

Añoranza divina de mis ojos

que esperan para siempre contemplarte.